Desde el convento frailuno de Bostronizo esta nueva receta del Coronel.
Por: Mikel López Iturriaga
Los pasteles hechos con galletas, bollería o bizcochos mojados en algún líquido me fascinan. Supongo que es una reminiscencia de la infancia, cuando me atiborraba a toda clase de productos untables mojados en Nesquik o a tartas hechas con esta técnica. Me puede la textura, la sensación de humedad pastosilla en la boca y el sabor a merendola de cumpleaños que tienen.
Además de pertenecer a esa maravillosa categoría de postres, este pastel une tres de las cosas que más me gustan en el mundo: el zumo de naranja, las fresas con leche condensada y ese pico de Europa de la repostería cántabra que son los sobaos pasiegos. El trío de ingredientes conforma un postre infantil tirado de preparar, fresco y veraniego, que gustará a cualquier niño de entre 5 y 95 años.
Las cantidades son aproximadas: se pueden variar en función del molde y del gusto personal del cocinero.
Además de pertenecer a esa maravillosa categoría de postres, este pastel une tres de las cosas que más me gustan en el mundo: el zumo de naranja, las fresas con leche condensada y ese pico de Europa de la repostería cántabra que son los sobaos pasiegos. El trío de ingredientes conforma un postre infantil tirado de preparar, fresco y veraniego, que gustará a cualquier niño de entre 5 y 95 años.
Las cantidades son aproximadas: se pueden variar en función del molde y del gusto personal del cocinero.
Dificultad:
Parvulitos de repostería.
Ingredientes:
Para 6-8 personas
- 800 gr. de sobaos
- 300 gr. de fresas
- 1 lata pequeña de leche condensada (de unos 350 gr.)
- 1 kg. de naranjas de zumo
- 250 ml. de nata líquida para montar
- 2 cucharadas de azúcar
Preparación:
1. Eliminar las hojas de las fresas cortándolas con un cuchillo. Reservar 8 o 10 y filetear el resto en sentido vertical. No hace falta que los trozos sean muy finos.
2. Poner las fresas cortadas en un bol e mezclarlas con leche condensada, la suficiente para que queden bien impregnadas.
3. Batir la nata hasta que esté montada, añadiéndole el azúcar a mitad del proceso.
4. Preparar un molde alargado cubriéndolo con plástico transparente (film).
5. Exprimir las naranjas y poner el zumo en un bol.
6. Si los sobaos son muy grandes, cortarlos en dos trozos. Ir empapando los sobaos en el zumo de naranja y formando una primera capa en el molde. Hacer una segunda con fresas bañadas en leche condensada, y una tercera de nata. Repetir el proceso hasta acabar con una de sobaos. Meter en la nevera unas horas o, mejor aún, toda la noche para que se asiente.
7. Antes de comerla, desmoldar el pastel sobre un plato alargado. Retirar el plástico y decorar con nata montada y las fresas sobrantes cortadas por la mitad en sentido vertical.
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