Por: Mikel López Iturriaga
Antes de que los defensores de la santa pureza de la lengua castellana se me echen encima, aclaro que no llamo pie a esta tarta de limón por esnobismo anglicista. Más bien se trata de diferenciarla de otras y ser fiel a como se la conoce en Latinoamérica, continente del que es nativa. En concreto, creo que proviene de Perú, pero ante la posibilidad de tener a medio Chile, parte de Bolivia, el sur de Ecuador y tres cuartas partes de México indignándoseme en los comentarios y reclamando su paternidad, no afirmaré nada demasiado contundente a este respecto.
El pie se prepara con unos limones concretos que en Europa con difíciles de encontrar. Pero aun así, con los de aquí se puede elaborar una réplica excelente, al menos para los paladares no acostumbrados a la original. La masa mantecosa y con un punto salado, el relleno ácido y sabroso y la dulzura y la textura del merengue convierten a esta receta, cortesía de Mrs. Mónica Escudero, en un éxito aquí y en Lima.
Dificultad
Para cerebros de chantillí.
Ingredientes
Base
- 2 tazas de harina tamizada
- 150 gramos de mantequilla en pomada
- 1 huevo
- Sal
Relleno
- 3 yemas de huevo medianas
- 1 bote de leche condensada de los pequeños (400-450 gramos)
- La ralladura y el zumo de 3 limones
Merengue
- 3 claras de huevo medianas
- 3/4 de taza de azúcar glass
Preparación
1. Mezclar la harina con la mantequilla, el huevo y un pellizco de sal. Trabajar a mano o con un robot hasta que quede una masa lisa, envolver en plástico y reposar en la nevera una media hora.
2. Forrar un molde tipo quiche, pincharlo con un tenedor y meter en el horno precalentado a 180 grados unos 10 minutos.
3. Mientras, preparar el relleno mezclando las yemas de huevo con la leche condensada y el zumo y la ralladura de los limones, con cuidado de no llevarse la parte blanca porque amarga.
4. Mezclar con unas varillas, volcar sobre la base cocinada y devolver al horno 15 minutos más, bajando la temperatura a 150 grados.
5. Montar las claras a punto de nieve añadiendo el azúcar en dos veces, la primera a la mitad del proceso de montado y la segunda un poco después. Poner encima del relleno de limón con una lengua o boquilla y meter en el horno sin variar la temperatura unos 10 minutos más, o hasta que el merengue esté dorado. Dejar enfriar y acompañar, por ejemplo, con una bola de sorbete de limón.
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