Ingredientes:
300 g de pollo cocido (puede ser de sobras de pollo asado o hervido)
1 cebolla pequeña (picada finamente)
500 ml de leche
50 g de mantequilla
3 cucharadas de harina de trigo
Sal, pimienta y nuez moscada al gusto
2 huevos
Pan rallado (para empanizar)
Aceite para freír
Instrucciones:
1. Preparar el pollo:
Desmenuza o corta el pollo cocido en trozos muy pequeños.
2. Hacer la bechamel:
En una sartén grande, derrite la mantequilla a fuego medio y añade la cebolla. Cocina hasta que esté suave y translúcida.
Añade las 3 cucharadas de harina a la cebolla cocida y mezcla bien durante 1-2 minutos para que la harina se cocine un poco.
Poco a poco, agrega los 500 ml de leche sin dejar de remover para que no queden grumos. Sigue cocinando hasta que la mezcla espese y tenga una textura cremosa, parecida a la de una salsa espesa.
Sazona con sal, pimienta y un poco de nuez moscada al gusto.
3. Añadir el pollo:
Incorpora el pollo desmenuzado a la bechamel y mezcla bien hasta que quede todo integrado. Cocina unos 5 minutos más para que el pollo absorba el sabor.
Retira la mezcla del fuego, colócala en un plato o bandeja, y deja enfriar completamente (puedes meterla en el refrigerador para acelerar el proceso).
4. Formar las croquetas:
Una vez fría, toma porciones de la masa con las manos o con una cuchara y forma las croquetas en forma de cilindro o bolitas, según prefieras.
5. Empanizar:
Bate los huevos en un bol. En otro recipiente, coloca el pan rallado.
Pasa cada croqueta por el huevo batido y luego por el pan rallado, cubriéndolas bien por todos lados.
6. Freír las croquetas:
En una sartén con abundante aceite caliente, fríe las croquetas por tandas hasta que estén doradas por todos lados (aproximadamente 2-3 minutos por tanda).
Coloca las croquetas sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.
300 g de pollo cocido (puede ser de sobras de pollo asado o hervido)
1 cebolla pequeña (picada finamente)
500 ml de leche
50 g de mantequilla
3 cucharadas de harina de trigo
Sal, pimienta y nuez moscada al gusto
2 huevos
Pan rallado (para empanizar)
Aceite para freír
Instrucciones:
1. Preparar el pollo:
Desmenuza o corta el pollo cocido en trozos muy pequeños.
2. Hacer la bechamel:
En una sartén grande, derrite la mantequilla a fuego medio y añade la cebolla. Cocina hasta que esté suave y translúcida.
Añade las 3 cucharadas de harina a la cebolla cocida y mezcla bien durante 1-2 minutos para que la harina se cocine un poco.
Poco a poco, agrega los 500 ml de leche sin dejar de remover para que no queden grumos. Sigue cocinando hasta que la mezcla espese y tenga una textura cremosa, parecida a la de una salsa espesa.
Sazona con sal, pimienta y un poco de nuez moscada al gusto.
3. Añadir el pollo:
Incorpora el pollo desmenuzado a la bechamel y mezcla bien hasta que quede todo integrado. Cocina unos 5 minutos más para que el pollo absorba el sabor.
Retira la mezcla del fuego, colócala en un plato o bandeja, y deja enfriar completamente (puedes meterla en el refrigerador para acelerar el proceso).
4. Formar las croquetas:
Una vez fría, toma porciones de la masa con las manos o con una cuchara y forma las croquetas en forma de cilindro o bolitas, según prefieras.
5. Empanizar:
Bate los huevos en un bol. En otro recipiente, coloca el pan rallado.
Pasa cada croqueta por el huevo batido y luego por el pan rallado, cubriéndolas bien por todos lados.
6. Freír las croquetas:
En una sartén con abundante aceite caliente, fríe las croquetas por tandas hasta que estén doradas por todos lados (aproximadamente 2-3 minutos por tanda).
Coloca las croquetas sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.
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