viernes, 5 de agosto de 2011

"COCINA EXÓTICA" por EL CORONEL

Bueno para comer. ¡Marchando una de orugas!
Por: Isidoro Merino

Una de las cosas con las que más disfruto en los viajes es con la comida. Reconozco que no soy muy tiquismiquis, y que dentro de los límites de salubridad que impone el sentido común me como lo que me echen: en la mili era de los que nunca dejaba nada en el plato. Para los que no sepáis lo que eso significa, Faemino y Cansado lo explican en este vídeo sobre los secretos de la Nouvelle cuisine, versión rancho. 


Después, y como diría el Capitán Tan (que levante la mano quien sepa quién es), “en mis viajes por todo lo largo y ancho de este mundo” he comido de casi todo. Y he disfrutado haciéndolo: además de paella y gazpacho, he probado saltamontes, holoturia, reno, cui (cobaya), agutí (otro roedor, entre conejo y rata), pécari (este, a pachas con unos huaoranis del río Cononaco, Ecuador, avezados cazadores con cerbatana y dardos envenenados), zorro volador (un murciélago), anticucho de tortuga, sopa de tortuga, tortilla francesa de huevos de tortuga, cebiche de yacaré, antílope enano, mono ahumado, varano… hasta filete de ballena y embutido de foca. Lo sé, es horrible, pero la curiosidad me puede.

Así que, aún a riesgo de entrometerme en blog ajeno (pido perdón a José Carlos Capel y Mikel López Iturriagapor mi osadía), me he atrevido a dedicarle un par de entradas de El Viajero Astuto a la gastronomía viajera a la par que bizarra (ya sé lo que significa bizarro en castellano), y os he preparado un menú degustación que os va a encantar. Como va de bichos, he optado por una clasificación taxonómica de los menús en lugar de la tradicional (entrantes, carnes, pescados, guisos, ensaladas sopas, postres…). Para las primeras recetas necesitaréis un manual de entomología. Y un cazamariposas. 

1.- Los artrópodos (es decir, los bichos o bugs)Arañas, escorpiones, saltamontes, grillos y otros bichos figuran en la dieta diaria en muchos lugares del mundo. En libros como Man Eating Bugs: The Art and Science of Eating Insects (El hombre comiendo bichos. El arte y la ciencia del comer insectos), del fotógrafo Peter Menzel Creepy Crawly Cuisine: The Gourmet Guide to Edible Insects (algo así como Cocina rastrera y espeluznante: Guía gourmet de los insectos comestibles), de la mexicana Julieta Ramos-Elorduy, se puede comprobar la importancia que tienen en la alimentación humana: son la fuente más abundante y barata de proteínas (se estima que hay 200 millones de insectos por cada ser humano), ya sea en forma de gruesas y mantecosas larvas o como crujientes y sabrosos odonatos (libélulas y caballitos del diablo), blatodeos (cucarachas), ortópteros (grillos y saltamontes), lepidópteros (mariposas y polillas), coleópteros(escarabajos), dípteros (moscas, moscones, mosquitos), hemípteros (pulgones, cigarras y chinches) o himenópteros (hormigas,abejas,abejorros y avispas) adultos. Se conocen, por ejemplo, más de 4.500 especies de cucarachas. La mayoría son omnívoras, como vosotros; y muchas, vecinas vuestras, así que no hace falta ir muy lejos para preparar la cena. Ñam, ñam.



En la cocina de México, una de las que más partido les ha sacado a los invertebrados, son un majar los chapulines (saltamontes) fritos, los huevos de hormiga (escamoles o maicitos), las propias hormigas (chicatanas o tlatoniles), los jumiles o chinches de monte vivos (se despachurran tal cual y se untan en tortillas de maíz), las huevas de mosca (ahuahutles), el gusano elotero, las chicharras de guamúchil, los ticocos o cuauhocuilín (gusanos de la madera), los huenches (orugas de mariposas de madroño), las cuetlas o tepolchichic (larvas de la llamada mariposa del muerto), las larvas de la mariposa monarca, las larvas de abeja blanca y los gusanos de maguey o chinicuiles, esos que a veces te tragas con los chupitos de mezcal. Los indios Yanomani que viven en las orillas del río Orinoco (Venezuela) se zampan gigantescas arañas peludas como nosotros comemos nécoras y centollos en una marisquería gallega. Si os da asco, pensad que todos ellos son artrópodos, como los cangrejos, los escorpiones, las cucarachas, los bogavantes o lostrilobites. O que la miel no es más que vómito de abeja.


Al final, la conclusión es que todo es relativo, que diría el antropólogo Marvin Harris, autor de Bueno para comer. Enigmas de alimentación y cultura. En España y Francia comemos caracoles; en Estados Unidos los pisan. La carísimas e insulsas angulas podrían pasar por nemátodos intestinales, y salvo en el aguijón, ¿en qué se diferencian un escorpión y un cangrejo de río? Vale, me habéis pillado: el alacrán tiene ocho patas y el cangrejo diez. Dos patas más para chupar. Gana el cangrejo. 



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