martes, 18 de octubre de 2011

"ALUBIAS LIGHT" por EL CORONEL


Imagino que ni Weight Watchers, ni Naturhouse ni los planes Special K incluirán las alubias con chorizo, morcilla y tocino entre sus menús para adelgazar. Quizá tengan razón en no hacerlo, porque alguna caloría por ahí suelta sí que tiene este clásico de cuchara. Ahora bien, existen formas de aligerarlo sin que pierda su sabor y su gracia. Estas técnicas permiten disfrutar del platazo sin sentirte después como un elefante marino varado en la playa o una boa constrictor pitón que se ha zampado un antílope.
El truco está en precocer los sacramentos para liberarlos del exceso de grasa, y en echar directamente las verduras al potaje sin rehogarlas antes para evitar añadir más aceite. Otra recomendación inteligente para que tu cerebro funcione después de la jamada es tomarlo como plato único, a lo sumo con alguna ensalada o un entrante muy ligero. Con las alubias y el cerdo ya estamos ingiriendo proteínas, hidratos y grasas, y nuestro cuerpo no necesita mucho más. Los tragaldabas de mi tierra pensarán que soy una enclenque damisela por decir esto, pero siempre he pensado que meterse un chuletón después de unas alubias es una auténtica salvajada.
Las judías que utilice para el plato son típicas de Carranza (Vizcaya), y provienen del fantástico huerto de mi hermano y mi cuñada. Tienen un característico color pardo, una textura finísima y un sabor delicioso. Pero podéis utilizar cualquier otro tipo de judía seca, siempre que sea de calidad. El mismo criterio se debe seguir con el cerdo: una morcilla cutre, un chorizo cutre o un tocino cutre dan como resultado un cocido cutre.
Dificultad
No hay que ser Einstein.
Ingredientes

  • 400 gr. de alubias
  • 1 morcilla (unos 200 gr. aprox.)
  • 1 chorizo (unos 200 gr. aprox.)
  • 1 trozo de tocino (unos 200 gr. aprox.)
  • 1 cebolla
  • 1 puerro
  • 1 pimiento verde
  • 2 dientes de ajo
  • 2 cucharadas de tomate frito
  • 1 hoja de laurel
  • Guindillas verdes en conserva
  • Sal
Preparación
1. Dejar a remojo las alubias en agua abundante el día anterior.
2. Poner el tocino a cocer cubierto de agua en una cazuela a fuego muy suave, hasta que esté bien tierno y casi se deshaga (unas 3 horas).
3. Poner las alubias en una cazuela grande. Añadir la cebolla, los ajos, el pimiento despepitado y sin el tronco y la parte blanca del puerro metidas, si se tiene, en una redecilla para cocer. Cubrir con agua de manera que haya unos tres dedos de líquido por encima de las alubias. Añadir el tomate frito, salar y cocer a fuego suave durante de 1 a 2 horas, hasta que las alubias estén bien tiernas, meneando la cazuela de vez en cuando para que el caldo vaya engordando. Hay que vigilarlas por si se quedan cortas de líquido: en ese caso, ir añadiendo vasitos de agua siempre fría.
4. Mientras tanto, poner la morcilla entera y el chorizo cortado en trozos grandes con la parte verde del puerro y la hoja de laurel. Cubrir con agua fría y cocer durante media hora a fuego muy suave y casi sin que hierva.
5. Sacar las verduras del potaje, triturarlas con la batidora o el pasapurés y volverlas a añadir. Sumar el tocino, el chorizo y la morcilla bien escurridos, y dejar hacer 10 minutos más. El caldo debe quedar ligado pero no demasiado espeso, y debe ser abundante. Si está muy líquido, se pueden sacar y triturar dos o tres cucharadas de alubias y añadirlas para que espese. Corregir de sal y servir bien caliente acompañado de un plato con las guindillas para que se ponga el que quiera.
Actualización: el plan 'entulínea' de Weight Watchers sí permite comer alubias con chorizo y morcilla siempre que se siga un menú equilibrado el resto del día, según aclaran sus responsables en España

Por: Mikel López Iturriaga

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