“Arroz del Coronel”
Ingredientes (Para dos personas o una dos
días):
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Arroz (3 chupitos)
-
Aceite (un chorrito)
-
Agua (6 chupitos y algo más)
-
Cosas de comer
(Lo que haya, con
cierta mesura)
Dificultad: Lo hace a veces el coronel, así
que…
Elaboración:
Al
contrario de lo que opinan los japonakas cuando quieren hacer sushi,
el arroz no debe lavarse nunca, pues los almidones que le integran y posibles
suciedades que lo acompañan algo bueno tendrán o le darán substancia y solidez,
y no se debe olvidar que van incluidos en el precio.
Se toma
una sartén lo suficientemente grande del horno donde se guardan y se echa sobre
ella (NO junto a ella o cerca de ella si vas “colocao”) el
chorrito de aceite.
Se pone
a fuego fuerte y poco después se baja a moderado so pena de incendiarlo todo.
Se miden DOS vasos de chupito que previamente habrás robado de cualquier bar
llenos de arroz y se sofríen.
Después
se añaden seis y pico chupitos de agua y un poco de colorante alimentario o
alguna especia adecuada para que tenga aspecto de poder comerse. Yo uso cúrcuma (porque me lo dijo una chica que estaba muy buena, así que
debía tener razón) o curry cuando tengo día exótico o se
me ha ido la mano con el vodka con el que me aplico friegas internas
estomacales por prescripción facultativa.
Se pone
a fuego suave y se deja que la
Naturaleza siga su curso.
Cuando
el agua haya llenado los granos de arroz y el resto se haya evaporado se apaga
el fuego (teléfono BOMBEROS 081) y se cubre con un trapo de cocina a ser
posible no demasiado sucio.
“Compaño”:
El
arroz solo es muy triste, así que conviene acompañarlo con algo que no
desentone demasiado. Yo suelo añadir a la sartén donde se cuece una latita de
guisantes y otra de champiñones laminados, que no lo hacen más sabroso pero le
dan mejor aspecto.
Cuando
hay mucha hambre puedes volcar sobre el arroz una vez servido en un plato
cualquier lata de lo que se te ocurra o tengas por ahí, y si el hambre es
totalmente canina puedes echar muchas latas de la misma cosa. Si tienes el día
muy creativo a lo “Adriá” latas de distintas cosas como mejillones, sardinas en
tomate, zamburiñas… no harán sino mejorar el guiso. El truco del coronel es
servir el plato cuando no recuerdes qué contenido de lata echaste primero.
Bon
appetit!.
Me alegro de que añadas especias y no especies como algún que otro cocinero porque yo he intentado visualizar un individuo de raza caucasica y 1,80 de estatura como sazonador de un arroz y no encuentro la manera
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